24 Ago Estos son los errores más comunes al darte de alta como autónomo y que te hacen perder dinero
Darse de alta como autónomo puede convertirse en un trámite complicado, sobre todo si no conoces bien todas las características del proceso y lo que debes hacer en cada paso.
De hecho, cometer algunos errores al darte de alta como trabajador autónomo te puede traer problemas en forma de pérdida de dinero, bonificaciones y ayudas.
Convertirte en autónomo supone emprender un camino difícil en muchas ocasiones, sobre todo durante los primeros años. Por ello se hace necesario contar con todas las ayudas a tu alcance y completar cada paso de forma correcta.
A continuación, se detallan los errores más comunes y problemáticos que puedes cometer al darte de alta como autónomo, que recopila el portal especializado ayudatpymes.
Inscribirte cuando ya ha comenzado tu actividad profesional
Ojo con esto, porque darte de alta como autónomo con carácter retroactivo te puede traer problemas. Si desarrollas tu actividad sin estar dado de alta, aunque tengas en mente hacerlo pronto, Hacienda y la Seguridad Social pueden imponerte recargos o sanciones.
Además, es posible que pierdas el derecho a la tarifa plana, y esto sí que es un gran error. Según explica el portal Infoautónomos, la tarifa plana supone un ahorro de cerca de 3.000 euros durante el primer año como autónomo, ya que estarás pagando una cuota mucho menor a la habitual.
No darte de alta en la Seguridad Social
Muchas personas que se dan de alta como autónomo lo hacen en Hacienda, pero olvidan que deben inscribirse también en la Seguridad Social, y este es un punto clave a tener muy en cuenta, ya que no hacerlo te puede acarrear recargos económicos por demora.
El trámite no se puede llevar a cabo con carácter retroactivo, por lo que desde que empiezas a desarrollar tu actividad ya inscrito en Hacienda hasta que te das de alta en la Seguridad Social te cobrarían las cuotas atrasadas con un recargo del 20%.
Para colmo, perderías el derecho a la tarifa plana de autónomos por no haberte inscrito correctamente en el RETA.
No capitalizar el paro antes
Es uno de los aspectos a tener en cuenta si quieres poner en marcha un negocio y tienes derecho a subsidio por desempleo. Esta ayuda consiste en cobrar todo lo que te corresponde de paro en un solo abono, por lo que tendrás dinero disponible para cubrir los costes de las primeras semanas o meses.
No aplicar las bonificaciones
Todas las bonificaciones de las que quieras disfrutar han de tramitarse justo al solicitar el alta como autónomo, nunca después. Esto significa que una vez hayas empezado a trabajar por cuenta propia y estés inscrito en Hacienda y la Seguridad Social no podrás seleccionar bonificaciones o descuentos.
Estudia muy bien qué bonificaciones son las más adecuadas para tu actividad, ya que al escoger una puedes perder el derecho a pedir otra en el futuro.
No reflejar tu vivienda si trabajas desde casa
Muchos autónomos practican el teletrabajo, por lo que su casa se acaba convirtiendo en una especie de oficina.
Si este es tu caso, cuando vayas a rellenar los modelos 036 o 037 tendrás que detallar los metros cuadrados de tu vivienda que dedicas a trabajar, de este modo podrás deducir el IVA de los gastos que corresponden a tu hogar.
Elegir un epígrafe que no te corresponde
Otro error habitual para aquellos que no están familiarizados con los diferentes conceptos del ámbito laboral de los autónomos. En el IAE y el CNAE podrás escoger uno o más epígrafes sin que haya coste adicional, aunque tendrán que ser aquellos que más se ajusten a tu trabajo.
No pensar bien qué mutua escoger
Todos los trabajadores autónomos están en la obligación de contratar una mutua por contingencias comunes y profesionales y por cese de actividad.
No te dejes guiar por compañías poco fiables aunque supuestamente dispongan de ofertas muy apetecibles. Lo mejor es fijarte en sus prestaciones y en la capacidad de respuesta que te puedan dar ante cualquier inconveniente que ocurra.
Elegir una base de cotización diferente a la que en realidad necesitas
Muchos autónomos eligen la base mínima de cotización, que en 2020 está fijada en 283,32 euros en concepto de cuota mensual, para así pagar menos a la Seguridad Social y tener más dinero disponible.
Si cotizas por una base tan reducida terminarás recibiendo prestaciones también muy bajas. No sólo en cuanto a la pensión, también afecta a las bajas por enfermedad profesional, prestaciones por cese de actividad, viudedad, orfandad y prestaciones por maternidad y paternidad.
Si eliges una base de cotización tan baja que sea de verdad porque no te queda otra opción.
Fuente: Enrique Fernández, Business Insider
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