11 Ago Los autónomos piden al Gobierno que se plantee prorrogar los ERTE hasta abril de 2021 ante el alza de rebrotes y confinamientos
Los trabajadores autónomos consideran que el Gobierno debería plantear ya una prórroga de las medidas de apoyo a empresas y trabajadores que vaya más allá de 2020. La curva ascendente de contagios y el creciente número de localidades que decretan medidas extraordinarias llevan a la principal asociación del sector ATA a demandar una nueva tanda de medidas de emergencia para salvar a autónomos, empresas y empleos, que pasa por prorrogar los ERTE, las líneas ICO, los aplazamientos de impuestos y el cese de actividad ordinario compatible con la actividad al 1 de abril de 2021, así como deducciones a los autónomos en IRPF y reducir al 50% el IVA del turismo, hostelería, peluquerías y gimnasios.
Las negociaciones de la mesa de diálogo social para prorrogar los ERTE más allá de su actual fecha de caducidad, el próximo 30 de septiembre, han entrado en agosto en una fase de menor actividad, aunque no están paralizadas. La actualidad es seguida por la comisión tripartita creada el pasado mes de junio y, en principio, está previsto que a finales de agosto se retomen las conversaciones para dar forma a la segunda prórroga de los esquemas de ayudas. Esta segunda prórroga estaría orientada, según fuentes del diálogo social, a concretar los apoyos sobre sectores económicos concretos como el turístico. De hecho, la nueva ronda de negociaciones se abrirá en Palma de Mallorca.
El presidente de ATA, Lorenzo Amor ha subrayado que es «urgente» establecer ya un plan de emergencia, con vistas a un otoño e invierno «muy duros», que prorrogue las ayudas existentes hasta el próximo 1 de abril de 2021, facilite la liquidez e impulse el consumo y la demanda para amortiguar la caída de actividad y el cierre de empresas y autónomos
Según Amor, si la primera oleada de la pandemia se saldó con un millón de empleos menos, de lo que 135.000 estaban bajo el paraguas de los autónomos, la segunda oleada «sin duda» llevará a muchos autónomos al cierre a los que son empleadores a tener que reducir plantilla.
El pasado 26 de junio, el Gobierno acordó con agentes sociales y organizaciones de autónomos prolongar las ayudas a autónomos y los ERTE hasta el próximo 30 de septiembre y los más de 1,5 millones de autónomos beneficiados de la prestación extraordinaria por cese de actividad obtenían automáticamente la exoneración del 100% de la cuota de la Seguridad Social en julio, el 50% en agosto y el 25% en septiembre.
El mayor problema al que se enfrenta la prórroga de los ERTE es su coste económico para el Estado y en concreto los ministerios de Trabajo y Seguridad Social, encargados de financiar las ayudas, subsidios y exoneraciones a trabajadores con el empleo suspendido o en paro y empresas y autónomos que ven cómo sus actividades se han venido abajo.
En el seno del Gobierno no hay discusión acerca de la conveniencia de prolongar las ayudas aunque sí existe debate acerca de las condiciones en las que se deben conceder y también acerca de si es conveniente mantener apoyo financiero a empresas que no se van a recuperar. El enfoque pasaría de un esquema de ayudas activas como el actual a ayudas pasivas en el que se dejaría caer a empresas y trabajadores con pocas posibilidades de sobrevivir a la crisis. Las ayudas se centrarían entonces en dar apoyo a la reconversión de empresas y trabajadores en paro.
Amor, representado por CEOE en las negociaciones con el Gobierno, aboga por extender las líneas ICO de liquidez hasta el 1 de abril de 2021 y prolongar el periodo de carencia hasta 24 meses, junto a una reducción temporal de IVA hasta el 50% del tipo en hostelería, turismo, cultura, peluquería y gimnasios
Además de la prórroga de los aplazamientos de impuestos, pide una deducción fiscal a los autónomos en el IRPF y empresas en impuestos de sociedades que hayan mantenido el nivel de empleo en 2020, en paralelo a una prórroga de los límites de módulos hasta 2022 y mantener la posibilidad temporal de renuncia a módulos durante 2021.
Por último, insta a la creación de una red de mentores empresarial para la prevención de quiebra y la reorientación de los negocios de autónomos mediante su digitalización y capacitación del autónomo en dicho entorno.
Fuente: Cesar Urrutia, El Mundo
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