26 Feb ¿Cuál es la mejor financiación para autónomos y pymes?
Los autónomos y pymes conforman una parte esencial del tejido empresarial del país, siendo 3.269.089 autónomos al término de 2019 según los datos publicados por la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos – ATA. Un grupo de trabajadores, los autónomos, que dadas sus características se encuentran en una situación distinta a la hora de acceder a financiación, no solo para su actividad profesional sino también en su ámbito personal.
El tipo de financiación, así como sus características (cuantía, plazos, tipos de interés…) dependerán de la actividad del autónomo y la finalidad para la que se está concediendo la financiación.
¿QUÉ REQUISITOS DEBEN CUMPLIR?
El acceso a financiación para autónomos viene determinado por los ingresos que genera la actividad profesional, así como por la solvencia de la compañía. Las entidades requieren de documentación que justifique el buen funcionamiento de la actividad del autónomo y en ocasiones si esto no es suficiente, presentar avales y una documentación más amplia servirá como ayuda para aumentar las garantías de concesión.
Y esto es así tanto si el capital se destina a la actividad profesional como si es para proyectos personales. Entre la documentación específica que hay que presentar y que justifique los ingresos del solicitante están las declaraciones del IVA e IRPF de los últimos tres años, el pago del recibo de autónomo, la liquidación de la Seguridad Social, situación contable de empresa y un plan de negocio detallado de la empresa. Cuanto más completa sea la información y documentación, mejor.
Los requisitos principales son no estar en un listado de morosidad como Asnef o RAI y que el nivel de endeudamiento del solicitante no sea mayor al 30%-40% de los ingresos, además de aportar toda la documentación mencionada.
¿QUÉ OPCIONES DE FINANCIACIÓN ESTÁN DISPONIBLES PARA LOS AUTÓNOMOS Y PYMES?
Líneas de crédito
Es una de las formas de financiación para autónomos y pymes más frecuente. Consiste en dinero a crédito destinado a la actividad profesional, de modo que se accede a cantidades de dinero en función de lo que se va necesitando y solo se pagan intereses por aquel capital utilizado. Prácticamente todas las entidades bancarias disponen de líneas de crédito para autómomos y pymes.
Línea ICO
Se trata de una forma de financiación pública del Instituto de Crédito Oficial y puede ser en forma de préstamo, línea de crédito, leasing o renting. El importe máximo es de hasta 12,5 millones de euros por cliente y sirve para financiar actividades empresariales o de inversión, así como necesidades de liquidez. El tipo de interés podrá ser fijo o variable y el plazo va de 1 a 20 años. Aunque los fondos parten del Instituto de Crédito Oficial, se solicita y tramita a través de las entidades bancarias y estas pueden cobrar comisión por la operación.
‘Factoring’
Es un método para obtener financiación a través de las propias facturas de la actividad profesional. Consiste en ceder los derechos de cobro de facturas a una entidad de factoring (de crédito) y esta a cambio, anticipa al autónomo y pyme un porcentaje del importe de la factura. El factoring permite obtener liquidez de una forma rápida y además reduce las tareas administrativas relativas a las facturas.
‘Crowdlending’
Permite obtener financiación para proyectos a través de inversiones de inversores anónimos. Estos inversores ceden el capital a modo de inversión y el autónomo o pyme deberá devolverles el capital invertido junto a unos intereses. Es una forma de financiación no tradicional pero más fácil y sobre todo rápida y en ocasiones con un menor coste.
Líneas ENISA
Corresponden al Programa ENISA enfocado a apoyar la financiación de pymes de reciente constitución a través de préstamos participativos. Van desde los 25.000€ a los 300.000 según el tipo de línea y tienen un plazo de vencimiento de 7 años.
Otras formas de financiación
Las anteriores son algunas de las muchas formas de financiación para autónomos y pymes. También es necesario mencionar métodos de acceso a liquidez rápida como por ejemplo los minicréditos a través de entidades financieras o por ejemplo el descuento de pagarés, que consiste en que el tenedor de un pagaré vende el pagaré a una entidad financiera antes de la fecha de vencimiento y a cambio la entidad financiera le adelanta el pago de este menos los intereses de la operación.
También hay que tener en cuenta la existencia de subvenciones y ayudas tanto estatales como autónomicas y municipales que ayudan al emprendimiento.
Fuente: María Valero, iAhorro.com
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