Criterio de suficiencia en pensiones: ¿cómo puede el autónomo mejorar su prestación?

Criterio de suficiencia en pensiones: ¿cómo puede el autónomo mejorar su prestación?

¿Sirve también el criterio de suficiencia de las pensiones en los autónomos? Como su propio nombre indica, el criterio de suficiencia de las pensiones hace alusión a que las prestaciones que se perciben son suficientes para garantizar un adecuado nivel de vida una vez uno se ha retirado.

En España, tal y como indican desde el portal Jubilación y Pensión, la relación entre la cuantía de la pensión y el salario ronda el 80%, mientras que según datos de la OCDE, la media en el mundo desarrollado se sitúa entorno al 50.

Evitar la quiebra del sistema

Los últimos datos disponibles apuntan que hay unos 2,2 empleados en España por cada perceptor de prestación, una cifra que podría situarse en equilibrio. Esto es, que haya un trabajador por pensionista en el año 2050 en caso de mantenerse la tendencia demográfica actual.

La quiebra del sistema se puede evitar, es por eso por lo que para eludirla se han calculado las pensiones, entre los años 2014 y 2020, con un índice de revalorización que se desvincula de la evolución del Índice de Precios de Consumo (IPC), tal y como asegura Borja Carrascosa Nogales, Consultor y MBA por IE Business School, y Colaborador de MAPFRE.

De hecho, el Gobierno nacional ha contemplado un incremento máximo de la pensión del 0,25%, aunque este año se ha aprobado una revalorización del 0,9% teniendo en cuenta la previsión de la evolución de los precios en el conjunto del año.

En cualquier caso, se trata de mantener un equilibrio para asegurar la viabilidad del sistema. Ante desviaciones se plantean soluciones como la conocida mochila austriaca. O las cuentas nocionales, en función de la esperanza media del país en cuestión. En cualquier caso, ¿cómo puede asegurar el autónomo una pensión estable y con los ingresos esperados?

Jubilación en autónomos

En el caso de los autónomos, para acceder a la jubilación este debe cotizar al menos durante 20 años, tal y como recuerdan en un reciente análisis al respecto en el blog de empresas MasMóvil. Los problemas vienen ante una hipotética libertad para elegir cuánto aporta para su jubilación. Una aportaciones que, en realidad, dependerán de unos ingresos inestables. Se da la curiosidad de que en edades tempranas (cuando el profesional no tenga la actividad asentada) contará con libertad absoluta para aumentar aportaciones. Y, sin embargo, en edades avanzadas (donde quizás tenga más ingresos acumulados por una trayectoria más sólida y asentada) se encuentra con límites del sistema que le impiden cotizar por bases más altas.

En concreto, la base reguladora escogida no se puede modificar una vez el trabajador entra en sus últimos 20 años de vida laboral. ¿Cómo compensarlo? En primer lugar, siempre podrá acceder a prestaciones no contributivas, para colectivos que no hayan llegado a los mínimos exigibles para cobrar una pensión de niveles habituales.

Por otro lado, los trabajadores autónomos tienen la opción de acogerse a la jubilación anticipada, a una jubilación activa en la que continúan trabajando y reciben también una cantidad de la pensión. Estas fórmulas permiten alargar la vida laboral. Y, con ello, las aportaciones a su hucha para la jubilación.

Fuente: Rocío González/José Antonio Calvo Martínez, El País

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