19 Ene Los trabajadores en ERTE se reducen a poco más de 100.000 pese a la sexta ola
La sexta ola de la covid-19, que está azotando con virulencia al país, con una incidencia disparada, no está teniendo el más mínimo impacto negativo en el mercado laboral español. Así al menos se desprende de los datos de afiliación avanzados este lunes por el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social. Enero será otro buen mes para el empleo, en la línea de la evolución que se registró en diciembre, en el que se sumarán más de 66.000 nuevos afiliados, «un crecimiento muy alto, por encima del promedio de 2017, el mejor año prepandemia», según presumió en rueda de prensa el ministro José Luis Escrivá. Así, la Seguridad Social superará por primera vez en la historia los 19,9 millones de cotizantes, casi 430.000 más que antes de que estallara esta crisis sanitaria.
Pero no solo eso, sino que el número de trabajadores en ERTE, lejos de aumentar por las mayores restricciones a la actividad que se han impuesto en ciertas comunidades autónomas, sigue reduciéndose (casi 1.800 menos en estos primeros trece días de año) y ya son poco más de 100.000 (100.761) los que están motivados por el coronavirus, por lo que apenas suponen el 0,66% del total de afiliados. Se trata de una reducción del 26% desde el pasado mes de octubre, cuando entró en vigor el último decreto de ERTE.
No obstante, habría que sumar otros 8.398 trabajadores que están afectados por un ERTE no vinculado con la pandemia (ETOP), que en las últimas semanas han registrado un importante descenso del 70%, lo que refleja una mejoría de los problemas que está habiendo en la cadena de suministros. La reducción se ha producido en el sector más afectado, el de la fabricación de vehículos de motor, y también se aprecia especialmente en las provincias más vinculadas a esta actividad, como Navarra o Barcelona.
Además, cabe destacar que casi toda la fuerte reducción de afectados por un ERTE en los dos últimos meses y medio se ha dado en los trabajadores a tiempo total, por lo que prácticamente la mitad de las personas con el empleo suspendido trabajan a tiempo parcial (52.120) y solo quedan 57.000 empleados sin ningún tipo de actividad, «una cifra muy pequeña», señaló Escrivá, que precisó que «estamos ya en una situación de normalidad económica plena».
Los ERTE-covid se mantienen concentrados en un número pequeño de sectores, especialmente en la hostelería y el turismo (principalmente agencias de viajes), a los que pertenecen casi la mitad de los trabajadores protegidos por este instrumento.
Formación para 30.000 trabajadores
Tres de cada cuatro ERTE tienen derecho a exoneraciones a la Seguridad Social: 73.386 de los poco más de 100.000 que hay, pero aún existen 29.202 trabajadores afectados por un ERTE desde el principio de la pandemia, que ya no disfrutan de reducciones en las cuotas.
En este sentido, el 40% de los que tienen derecho a exoneración ha optado por la formación y, por tanto, mantendrán estas rebajas fiscales: casi 30.000 trabajadores ya han sido confirmados para participar en programas de formación. Y, en este caso, también existe una gran concentración en tres sectores: alojamiento, comidas y bebidas y agencias de viaje, que aglutinan el 60% de los trabajadores que recibirán formación.
Por otro lado, Escrivá incidió en que el «dinamismo» mostrado por el empleo en los últimos meses también tiene repercusión en los ingresos por cotizaciones sociales, que en 2021 cerrarán con un nuevo máximo histórico, por encima del anterior récord, de 2019, tanto en valores absolutos como en porcentaje del Producto Interior Bruto (PIB). En concreto, el crecimiento en 2021 está en torno al 8% respecto al año pasado, superior a lo previsto, y un 4,3% por encima de los datos de 2019.
Fuente: Lucía Palacios, HOY
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