01 Sep ¿Es buena idea darse de baja en el RETA durante las vacaciones?
Aunque hay autónomos para los que el verano es la época con más trabajo del año, para otros profesionales estas fechas son sinónimo de bajada de la demanda de sus productos o servicios, por eso aprovechan para tomarse unas merecidas vacaciones. Dado que no van a estar ganando dinero, no son pocos los que optan por darse de baja en el RETA. Sin embargo, esto no es tan positivo como puede parecer.
Una de las principales quejas que existen con respecto al sistema de cotización de los autónomos en nuestro país es que no se aplica un sistema basado en lo que realmente ganan estos profesionales, sino que tienen una base de cotización fija elegida por ellos mínimos de entre los mínimos y máximos fijados legalmente cada año. Esto implica que aunque un autónomo no esté ganando dinero tiene que hacer frente a final de mes a una determinada cuantía en concepto de cuota de cotización.
Dado que en España un autónomo no puede pagar menos cotización simplemente por haber ganado menos, tiene que buscar otras soluciones, y en ocasiones eso implica tomar soluciones drásticas como darse de baja temporalmente en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos.
¿Por qué darse de baja en el RETA en verano?
La mayoría de los que lo hacen tienen una única razón: ahorrar. Si el profesional está teniendo unos ingresos notablemente más bajos que el resto del año, o incluso si decide cerrar su negocio unos días y descansar, le va a resultar muy complicado reunir el dinero que necesita para pagar su cotización a la Seguridad Social.
De ahí que para muchos sea una práctica habitual el darse de baja en el RETA en el verano, ya sea un mes, dos, o una quincena. Lo que se busca así es reducir costes en un momento en el que la actividad está bajo mínimos.
¿Por qué no darse de baja en el RETA en verano?
A pesar de ser una práctica habitual, los expertos desaconsejan hacer bajas temporales de este tipo para disfrutar de las vacaciones o para ahorrar cuando se está ganando menos. La razón por la que no es recomendable es porque se pierden ciertos derechos y privilegios.
Si un autónomo ha empezado recientemente su actividad y decide darse de baja en el RETA durante unos días en verano para disfrutar de las vacaciones, cuando retome su actividad se va a encontrar con la desagradable sorpresa de que ha perdido sus bonificaciones. Ya no podrá acogerse a la tarifa plana, sino que tendrá que empezar a pagar la cuota de cotización completa, y la mínima supera los 283 euros.
Está claro que no es una opción viable para los nuevos autónomos, pero tampoco para aquellos que ya llevan un tiempo trabajando por cuenta propia. Hay que tener en cuenta que todo el tiempo que no se está de alta en el RETA no se está cotizando, por lo que es tiempo que se está perdiendo de cara al cálculo de posibles prestaciones como la incapacidad temporal, la prestación por maternidad y la pensión de jubilación.
Y en la época actual nos podemos encontrar con otro inconveniente más. La prórroga de la prestación extraordinaria por cese de actividad acordada a raíz del coronavirus ha impuesto unos requisitos de acceso a la ayuda algo diferentes a la que se aprobó en marzo. Ahora es necesario que el autónomo que la solicita haya cotizado al menos 12 meses seguidos por cese de actividad y esté de alta en el RETA. Si un profesional por cuenta propia decide darse de baja y volver a cursar el alta unas semanas después, habrá perdido su derecho a acceder a este tipo de ayudas por no cumplir los requisitos.
Otro motivo más para no darse de baja durante el verano en el RETA es que el profesional va a tardar más en cobrar su facturas. Mientras no hay una situación de alta no se pueden emitir facturas. Esto implica que si un servicio prestado antes de la baja no ha sido facturado, ya no se podrá hacer hasta que se esté de nuevo de alta, por lo que el cobro se retrasa más de 30 días, afectando así a la liquidez del autónomo.
¿Qué alternativas tiene el autónomo para pagar menos cotización en verano?
El RETA no está pensado para que los autónomos se den de alta y de baja en función de su volumen de trabajo, por eso la baja temporal tiene más inconvenientes que ventajas. De hecho, a todos los que hemos visto en el apartado anterior debemos añadirles que a la vuelta a la actividad lo primero que habrá que hacer será llevar a cabo los trámites administrativos necesarios para cursar de nuevo alta en la Seguridad Social para poder empezar a trabajar en condiciones de legalidad.
A pesar de todos los inconvenientes que tiene, muchos autónomos siguen escogiendo esta opción porque es la única forma que encuentran de ahorrar en un período en el que trabajan y facturan menos. Sin embargo, nuestra legislación nos ofrece otras alternativas que pueden ayudar a reducir los gastos durante la época estival.
Sin duda, la mejor opción para pagar menos en estos meses es reducir la base de cotización. Esto puede suponer un ahorro mensual de varios cientos de euros. Así, el autónomo sigue cotizando y conserva intactos todos sus derechos.
Lo malo es que esta opción solo es viable para aquellos autónomos que no están cotizando por la base mínima y por tanto pueden reducir su base de cotización. Para el resto la única solución viable sería crear un fondo de contingencia al que aportar dinero durante todo el año y así garantizar que habrá capital suficiente para pagar las cuotas de cotización de los meses de verano aunque baje mucho la facturación o se opte por disfrutar de unos días de descanso.
Como siempre, el autónomo tiene que ser especialmente previsor con respecto a su futuro. Ahora es tarde para tomar decisiones con respecto a este verano, pero sí se puede empezar a pensar en alternativas de cara al próximo año, para que la época estival no se convierta en un problema económico.
Fuente: Mayka J., Merca2
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