20 Mar Ser autónomo: gastos que te puedes deducir y los que no
Como autónomo son cientos las cosas a las que debes prestar atención y muchas las responsabilidades que tienes encima. De todas ellas, el pago de impuestos ocupa un lugar privilegiado. No pagar a tiempo tus deudas con Hacienda te puede acarrear recargos e incluso sanciones, por eso es importante cumplir lo antes posible y hacerlo bien.
En artículos anteriores ya hemos visto cómo pagar menos IRPF, así que en esta ocasión nos vamos a centrar en analizar de forma más detallada los gastos que te puedes deducir y los que no. Así conseguirás que tu declaración de impuestos sea lo más ajustada posible y no pagarás de más, que seguro que es algo que no quieres hacer.
La regla general
Desarrollar una actividad por cuenta propia implica asumir una serie de gastos y algunos de ellos te los puedes deducir de la declaración trimestral del IRPF. Eso sí, para que los gastos sean deducibles deben cumplir una serie de requisitos. Recuerda que si te deduces un gasto que no lo es y te pillan tendrás que pagar lo que te hayas ahorrado ahora más un recargo.
Para ser deducible un gasto debe estar directamente relacionado con la actividad económica que realiza el autónomo y justificado a través de una factura, aunque sea una factura simplificada. Lo que no te vale es un mero ticket de compra, puesto que no especifica quien realizó realmente el gasto. Además, es necesario que ese gasto conste recogido en tu libro de gastos e inversiones.
Cuota de autónomo
Se ha discutido mucho sobre si la cuota que los autónomos deben pagar a la Seguridad Social es justa, ya que no está ligada directamente con el nivel de ingresos. Es cierto que para aquellos profesionales que tienen unos ingresos bajos pagar casi 300 € (eso si han escogido la base de cotización mínima) puede suponer un gran esfuerzo, pero la parte buena es que se trata de un gasto desgravable.
Puede que con respecto a otros gastos te cueste más justificar que están asociados a tu actividad profesional, pero con la cuota de autónomos no hay lugar para las dudas. Cada trimestre te puedes desgravar lo que le hayas pagado a la Seguridad Social. Eso sí, a efectos de una posible inspección recuerda guardar una copia del extracto bancario que justifica el pago.
Coste de ferias, eventos y congresos
Si trabajas por tu cuenta es fundamental que estés al día de los avances que hay en tu sector y de las novedades que están por llegar, y para ello nada como asistir a ferias, eventos o congresos profesionales. Son además una buena alternativa para luchar contra la tan temida soledad del autónomo y un buen lugar para hacer nuevos contactos profesionales.
Es cierto que con frecuencia los eventos profesionales tienen un precio elevado, pero a cambio te puedes desgravar el IVA si tienes factura de la compra de la entrada. En caso de que lo que tengas sea un ticket no te lo desgravas sino que lo declaras como gasto. Esto último es algo diferente, pero a fin de cuentas también supone un ahorro.
Paypal
La plataforma de pagos se ha convertido ya en una de las más populares y te puede resultar de mucha utilidad a la hora de hacer el pago de productos y servicios. Pero ya sabes que en ciertos casos además de la cuantía a pagar la propia plataforma te cobra una comisión. Si eres tú el que está haciendo el pago, lo lógico es que tú asumas el gasto y no que se lo imputes a la persona a la que le estás enviando el dinero.
A priori estas comisiones son un gasto extra, pero lo cierto es que te las puedes deducir. En este caso no vas a tener una factura de las comisiones porque están exentas de IVA, pero puedes computarlas como un gasto y conseguir así un ahorro en los impuestos que tienes que pagar.
Otros gastos deducibles
Como autónomo hay muchos más gastos que te puedes deducir. Quien mejor te puede asesorar sobre este tema es tu gestor. De hecho, lo más recomendable es que no te desgraves nada hasta que lo hayas consultado con él y te hayas asegurado de que la desgravación que quieres hacer de un determinado gasto es correcta.
De forma resumida ten en cuenta que también te puedes deducir: el material de oficina, tarjetas de visita, la gasolina (dependiendo de tu actividad), dietas, equipos informáticos, impresoras y periféricos, el móvil, la factura de Internet, gastos asociados a tu página web (hosting, dominio, plugins, etc.), acciones de marketing digital, servicios de asesoría, suscripciones a libros y revistas profesionales, la parte proporcional de los gastos de tu vivienda si trabajas desde casa, gastos de formación y un largo etcétera.
Gastos no deducibles en el IRPF del autónomo
La legislación fiscal establece expresamente que en ningún caso son deducibles las multas, sanciones y recargos impuestos por Hacienda a consecuencia de los retrasos en el cumplimiento de las obligaciones tributarias. Tampoco los gastos asociados a personas o entidades radicadas en paraísos fiscales, los donativos, la pérdidas de juego ni el IVA soportado que se haya deducido ya en la declaración trimestral de IVA.
Por otro lado, hay una serie de gastos que suscitan problemas a la hora de deducirlos del IRPF por ser difícil justificar que corresponden totalmente a la actividad profesional. Es el caso de los gastos en suministros del hogar si trabajas desde casa, la factura del móvil o el coste y los gastos asociados a un vehículo particular.
Gastos no deducibles en el IVA del autónomo
De forma trimestral el autónomo puede deducirse a través del modelo 303 el IVA soportado para poder restarlo del IVA que ha repercutido a sus clientes y así saber cuál es la cantidad exacta que debe pagar a Hacienda. Con esto hay que tener cuidado, porque no puede deducirse cualquier gasto, debe cumplir unos requisitos.
No cabe la deducción si el autónomo no tiene una factura del gasto. Pero sí se admite deducir el IVA si lo que se tiene es una factura simplificada, que es la que se da en muchos casos cuando el importe gastado está por debajo de los 400 €. Además, tampoco cabe la deducción si la factura tiene ya más de cuatro años.
Analiza tus gastos y no pierdas deducciones
Como has podido comprobar, en realidad son bastantes los gastos que un autónomo se puede llegar a deducir de sus declaraciones de IRPF e IVA. Es importante que los conozcas y evalúes cuales de ellos asumes en tu actividad profesional, porque puede que estés pagando de más a Hacienda sin saberlo.
Nunca es mal momento para ponerse al día, empieza a revisar todas tus facturas y gastos y comprueba si de verdad te estás deduciendo lo que te corresponde. Pero no te olvides de asegurarte también de que no te estás desgravando algo que no deberías. Consúltalo con tu gestor y tus declaraciones de impuestos serán más exactas y más beneficiosas para ti.
Fuente: Mayka J., Merca2
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